Recorrido por La Candelaria

La sede Los Venados de la Escuela Taller de Bogotá se encuentra inmersa en el actual sector administrativo de la ciudad, en una manzana con una historia vastante particular. 

En la época de la colonia, las dos manzanas enmarcadas entre las carreras 9 y 11 y las calles 10 y 11 eran en realidad un solo predio perteneciente a las monjas Clarisas, en el cual construyeron el primer convento para religiosas de la ciudad, el Convento de la Concepción. Este convento, según un plano anónimo de 1848 contaba con dos zonas principales, la oriental, donde se ubicaba el claustro y la occidental donde se encontraban los jardines y huertas en los que las monjas realizaban diversas actividades en su tiempo libre (ya que esta comunidad debía estar aislada). 

Sin embargo, el 3 de abril de 1858 el General Ramón Espina, alcalde de la capital realizó la apertura de la carrera 10 entre las calles 10 y 11, en lo que para ese momento eran las huertas del convento, dividiendo el convento en dos manzanas. 3 años después con la desamortización de Bienes de Manos Muertas, Tomás Cipriano de Mosquera despojó a las monjas de sus propiedades y destinó la manzana en la que se encontraba  el claustro para la construcción de un edificio para albergar el Mercado de la ciudad.

A pesar de lo anterior, de este convento aun sobrevive la Iglesia de La Concepción entre las carreras 9 y 11 en la esquina oriental, cuya construcción inició en 1583, convirtiéndola en una de las iglesias más antiguas de Bogotá. 

Imágenes de las fachadas de la iglesia, tomadas de http://spoliarium-macellum.blogspot.com/2012/07/iglesia-de-la-concepcion-bogota.html

Esta iglesia de una sola nave de 11.5m x 42m cuenta con dos accesos laterales en el costado sur enmarcados por arcos en piedra, por los cuales ingresaban y salían de la edificación las procesiones durante las celebraciones de la Semana Santa. De igual forma, existían accesos por las fachadas oriental y occidental, sin embargo estos fueron sellados y recubiertos por yesería neoclásica en el interior.

Imagen panorámica tomada desde el interior de la iglesia, en la que se aprecia el costado sur de la iglesia con las dos puertas, y el costado occidental, donde se puede ver el coro y el sotocoro

La estructura se encuentra construida en piedra y ladrillo, mientras que los muros interiores  son de mampostería sin pega. La estructura de la cubierta a dos aguas se encuentra construida en madera rolliza amarrada con rejos, la cual se encuentra recubierta en su parte externa por tejas de barro.

En el interior los muros se encuentran recubiertos por yeso y ornamentados con pilastras, cornisas y nichos en el costado norte (alguno de los cuales están decorados con pintura mural de motivos florales), mientras que la bóveda se encuentra decorada por pintura ornamental con motivos geométricos.

Pintura de techo que muestra la influencia de los árabes en los españoles

Del coro solo se conserva parte de la celosía en madera que lo cubría para que las monjas del convento (quienes debían estar aisladas del mundo) pudieran participar de las celebraciones de semana santa, ya que les permitía observar y cantar sin ser vistas. De igual forma, en el costado norte de la iglesia se pueden observar 3 celosías que cumplían este mismo propósito, las cuales se encuentran completas.

Imágenes del coro, donde se observa parte de la celosía, y de una de las celosías del costado norte de la iglesia, por las que las monjas asistían a misa

Pasaje Rivas

De igual forma, se realizó una visita al Pasaje Rivas, debido a que al encontrarse contiguo a la iglesia se encuentra en lo que fueron los predios del convento de las monjas Clarisas, y si bien su fecha de construcción no es conocida (se cree que fue durante la última década del siglo XIX), existe un plano de 1894 donde Carlos Clavijo lo señala, junto con el Pasaje Hernández, convirtiendo al Pasaje Rivas en uno de los primeros de la ciudad

Imagen del plano de Carlos Clavijo en el que se señala el Pasaje Hernández con rojo y el Paje Rivas con negro. Tomada de http://issuu.com/patrimoniobogota/docs/pasajescomerciales

Esta edificación comercial de dos plantas cuenta con una disposición en L que le permitía incorporar la carrera 9A, donde se exhibía el mercado artesanal (que posteriormente pasaría a ser el Pasaje Paul). Si bien actualmente el pasaje cuenta con circulaciones cubiertas, se cree que estas se encontraban descubiertas. 

Entrada sur del Pasaje Rivas

La estructura del pasaje se encuentra conformada por columnas de 1m2 de adobe, sobre las cuales se posan vigas de madera que sostienen la segunda planta y la cubierta, y que simultáneamente ayudan a dividir el espacio para generar los locales comerciales. Los muros construidos fueron construidos con un sistema constructivo en el que se mezcla bahareque, adobe y tapia pisada para construir el cerramiento, mientras que la segunda planta consta de una estructura de madera recubierta por listones del mismo material para conformar el piso de los locales superiores (hoy bodegas). La cubierta consta de una estructura de madera recubierta con tejas de barro que permite el acceso de la luz natural por medio de tragaluces.

Imágenes de las circulaciones del Pasaje Rivas